Cuando somos jóvenes, ahorrar, especialmente para la jubilación, parece estar muy lejos. Es algo que hacen las personas mayores. Pero, a riesgo de sonar paternalista, esto ya no es cierto: ¡cuanto antes comencemos a ahorrar, mejor!

Digamos que empiezas a ahorrar cuando llegas a la mediana edad, por ejemplo, a los 45. En esta etapa, tienes unos ingresos decentes y puedes permitirte ahorrar 5000 EUR al año. Si lo inviertes con cierta inteligencia y eres capaz lograr una rentabilidad del 7 %, tendrás 338.000 EUR a los 70 años. No está mal, pero digamos que empezaste antes, a los 24 años (cuando comienzas a trabajar), y que ahorras una cantidad mucho menor, 1800 EUR al año, lo que asciende a 150 EUR al mes. Pues bien, cuando tengas 70 años, tendrías 550.000 EUR, que es mucho más dinero, con un desembolso continuo bastante pequeño. ¡El truco es comenzar pronto y ser constante!

Sin embargo, una cuestión importante en todo esto es que lograr objetivos financieros significa no solo «ahorrar» de manera continua, sino también invertir. Esto es fundamental: para obtener esa rentabilidad del 7 %, el dinero que se reserva cada mes o cada año debe colocarse en activos que generen valor, principalmente acciones y bonos. Al hacer esto, especialmente al optar por acciones en las primeras etapas de la vida y permanecer en el mercado durante mucho tiempo, incluso se podría superar la rentabilidad anual del 7 %, lo que te permitiría tener un colchoncito aún mayor.