2 de febrero de 2024

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Inversión y seguro de vida

Actuarios: los expertos en productos financieros
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Los productos de seguros serían impensables sin los matemáticos que los diseñan. Desafiando esa imagen de aburridos con la que se les suele imaginar, son los especialistas quienes garantizan que los clientes de seguros reciban exactamente el producto financiero que desean. La constante evolución de las necesidades de los clientes es precisamente lo que hace que el trabajo de estos matemáticos sea tan apasionante, ya que les obliga a conocer todas las tendencias e innovaciones del sector. Se puede decir que los actuarios son los expertos de los que nunca puede prescindir el sector de los seguros.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar un producto?

El éxito de la inversión de un cliente no solo depende de los cálculos de un actuario o de los rendimientos del fondo. Un elemento esencial es el propio desarrollo del producto, cuyos pasos individuales se definen en una política de supervisión y gobernanza de los productos (POG, por sus siglas en inglés). Esta POG debe atenerse a la llamada Directiva IDD —que entró en vigor en otoño de 2018—, que deben seguir las autoridades nacionales y que la AESPJ (Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación) se ocupa de normalizar desde 2021. Las compañías de seguros, como FWU Life Insurance Lux, S.A., deben cumplir sus requisitos normativos en materia de supervisión y desarrollo de productos de acuerdo a estas normas de supervisión y gobernanza de productos.

Para los clientes, la supervisión y gobernanza de los productos significa principalmente una mayor transparencia de los productos financieros. Antes de que un producto financiero empiece a comercializarse, los actuarios calculan y comprueban las tarifas y los costes para asegurarse de que el producto se ajusta al mercado objetivo, es decir, a los clientes potenciales. De esa forma se garantiza que los clientes solo adquieran productos financieros que realmente encajen con su perfil.

Los requisitos POG exigen un proceso claro para el desarrollo de productos que deben seguir las compañías de seguros, los actuarios y otras partes implicadas en el desarrollo.

El ciclo de la POG se divide básicamente en tres áreas:

Desarrollo del producto:

El proceso comienza con la identificación del mercado objetivo para el cual se desarrolla un producto. Se identifican los clientes adecuados y se excluyen los perfiles de clientes que no se ajustan a las características del producto. A continuación, se comprueban matemáticamente todas las características del producto, como los costes y el umbral de rentabilidad. Si las características del producto no cumplen las expectativas del mercado objetivo, se adapta el producto.

Lanzamiento del producto:

Desde la planificación del producto hasta el lanzamiento, todas las fases del proceso están sujetas a un procedimiento de autorización a cargo de juristas expertos, matemáticos y equipos de compliance. El objetivo es garantizar que todo el desarrollo del producto hasta el lanzamiento final responda a los intereses del cliente.

Control de calidad del producto:

Incluso después de que el producto salga a la venta, se lleva a cabo una revisión constante en función de los resultados de los objetivos calculados de antemano. Así, los actuarios, los gestores de riesgos y los responsables de cumplimiento pueden intervenir directamente si la evolución conduce a una situación crítica.

¿Cuáles son las ventajas para el cliente?

La combinación de pruebas actuariales y una definición clara del mercado objetivo ofrece importantes ventajas para los clientes. El mercado objetivo se define sobre una base de escenarios matemáticos complejos, con el fin de identificar perfiles de clientes compatibles. La identificación de un mercado objetivo granular es importante, sobre todo en el desarrollo de productos financieros complejos, para poder atender de la mejor manera posible los intereses de los clientes potenciales.

Por ello, en los productos más complejos, como pueden ser los productos de inversión basados en seguros, también es necesario definir el mercado objetivo negativo, es decir, excluir a los clientes para los que el producto no es adecuado en términos generales. Un alto número de opciones de producto (características y ventajas del producto) incrementa la complejidad y, como consecuencia, también incrementa la necesidad de asesoramiento. Lo principal es siempre que el cliente pueda adoptar una decisión de compra fundamentada y que el producto se ajuste a sus necesidades individuales.

¿Cuál es el enfoque de las pruebas que realiza el actuario de seguros para saber si un producto es idóneo?

La prueba actuarial se realiza para evaluar la idoneidad del producto, es decir, la solidez financiera y la adecuación precisa del producto al mercado objetivo. Esta prueba de idoneidad incluye el análisis de los modelos de tarificación del producto, el cálculo de las primas, los métodos para dotar provisiones y todas las hipótesis actuariales utilizadas.

El proceso de evaluación de la idoneidad comprende varias etapas:

Análisis de datos:

Se recopilan y analizan todos los datos relevantes, incluidas las tendencias del mercado, las opiniones de los clientes, los datos sobre siniestros y los cambios normativos, para identificar posibles áreas problemáticas u oportunidades de mejora.

Evaluación de riesgos:

Se evalúa el producto para detectar riesgos inherentes o emergentes que puedan afectar a su idoneidad para los clientes. Se tienen en cuenta factores como los cambios demográficos, las condiciones económicas o los requisitos legales.

Respuesta de los clientes:

Se tienen en cuenta las opiniones de los clientes para conocer su experiencia y evaluar si el producto sigue respondiendo a sus necesidades y expectativas.

Verificación de la conformidad:

El producto se revisa a tenor de las disposiciones legales vigentes, para garantizar que sigue cumpliendo las normas de protección de los consumidores.

Basándose en los resultados de la evaluación de idoneidad, pueden aplicarse ajustes oportunos para mejorar las características del producto. Los resultados de la evaluación de idoneidad se documentan y se elaboran informes con una visión clara de las conclusiones, recomendaciones y acciones para abordar los problemas identificados.

Esta evaluación está supervisada por actuarios, junto a otros expertos. Si es necesario realizar ajustes, el actuario puede hacer directamente sus aportaciones al desarrollo del producto.

¿Cómo se tienen en cuenta las necesidades del cliente?

Además de las pruebas matemáticas, también se realizan encuestas directas con los clientes. El procedimiento es forma similar al de un estudio de mercado clásico: entrevistar a los clientes potenciales para conocer las necesidades del mercado objetivo. Los resultados se utilizan para evaluar si es necesario introducir cambios en la definición del mercado objetivo o en las características del producto.

FWU AG ha desarrollado su propio enfoque para estas pruebas cualitativas y cuantitativas, con la colaboración del instituto de investigación independiente Facit. Esto permite a los actuarios de FWU obtener una visión global de las necesidades de los clientes del grupo objetivo y su compatibilidad con las características del producto.

Los resultados de las pruebas cualitativas han revelado un alto nivel de interés en productos de inversión a medio y largo plazo entre los participantes encuestados. Se identificaron dos motivos principales para invertir en productos financieros a largo plazo: la acumulación de capital a largo plazo y el ahorro para la jubilación. Los participantes demostraron un buen conocimiento de los mercados de capitales y de los productos financieros en general. Para los participantes en el estudio, la seguridad y el rendimiento de las inversiones son los aspectos más importantes de los productos financieros. Igualmente, las características de los productos y las opciones de flexibilidad eran comprensibles y pertinentes para el grupo destinatario potencial.

Lukas Ludwig, Chief Product Officer y actuario en jefe de FWU AG, subraya la importancia de las pruebas cuantitativas y cualitativas de los productos. Estas pruebas sirven para determinar las características del producto, las prestaciones del seguro, los costes y las tasas, y para garantizar que se ajustan a lo que prometemos al cliente. El objetivo es comprender las ventajas del producto, identificar posibles inconvenientes y evaluar si satisface realmente las necesidades, objetivos y características del mercado objetivo identificado durante toda su vida útil.

Los beneficios para el cliente son decisivos: la participación de los actuarios garantiza beneficios reales para el cliente, en forma de productos financieros orientados a largo plazo y desarrollados de acuerdo con directrices claras.